Corría el año 1873 y el Imperio Austro-Húngaro se disponía a organizar la exposición universal de Viena, para entonces uno de los mayores eventos a nivel mundial. De repente la negativa a acudir mostrada por los inventores americanos y alemanes, dado el bajo nivel de protección que el país ofrecía a sus inventos, ponía en peligro tan magno evento. La respuesta del Congreso del país no se hizo esperar traduciéndose en una mejora de la protección de los inventos en su país, también de los extranjeros. Este hecho fue el germen que culminó en la Convención de París de 1883 y la creación de la “International Union for the Protection of Industrial Property”, la Propiedad Industrial rompía definitivamente con las fronteras nacionales, su espacio natural hasta entonces.
Para administrar los dos principales tratados de Propiedad Industrial e Intelectual de aquel entonces, la mencionada Convención de París y el Convenio de Berna de 1886, y promocionar nuevos acuerdos en este campo se creó una secretaría en 1893 en Berna (hasta 1960 no se movió a Ginebra) bajo la supervisión del gobierno Suizo, los denominados BIRPI “Bureaux Internatinaux reunis pour la protection de la propiete intellectuelle”.
La primera prueba de fuego de su independencia vino con la creación de la Liga de Naciones de 1920, con la que firmó un acuerdo de mutua cooperación, entre iguales.
Tras la Segunda Guerra Mundial y coincidiendo con el fenómeno de la descolonización, algunos nuevos países se incorporaron a los BIRPI y otros lo hicieron como observadores, muchos de ellos, por cierto, muy críticos con la forma en que la Propiedad Industrial e Intelectual se utilizaba en la arena internacional. Al principio la ONU (Organización de Naciones Unidas) promovió actividades para ver el estado de la Propiedad Industrial e Intelectual junto con los BIRPI. El gobierno suizo por su parte, consciente del interés de la ONU por este campo y de la anomalía que suponían los BIRPI, que no eran una agencia internacional, intentó dar pasos para buscar elevar el status de la BIRPI. Mas la importancia de la Propiedad Industrial e Intelectual en el panorama internacional, la queja de los países en desarrollo que no se veían representados por la BIRPI y el interés de la ONU por tener un órgano especializado en el área abocó al BIRPI a convertirse en un órgano especializado de la ONU (1) denominado OMPI (Organización Mundial de la Propiedad Intelectual).
Fueron 5 semanas de negociaciones en el parlamento Sueco de Estocolmo las que culminaron en 1967 con la firma del Convenio de la OMPI, también conocida por sus siglas en inglés (World Intellectual Property Organization) , el 26 de abril de 1970 oficialmente los BIRPI se convertían en la OMPI, decimocuarto organismo especializado de la ONU y el primero en crearse desde 1961, la Propiedad Industrial e Intelectual oficialmente se convertía en “patrimonio de la humanidad”.
Fuentes:
May, Christopher , 2009, » The Pre-History and Establishment of the WIPO», The WIPO Journal
Francis Gurry, Director General de la OMPI 2010 “EL CONVENIO DE LA OMPI – ¡LA VIDA EMPIEZA A LOS 40!” wipo magazine 04 2010
(1) OIT Organización Internacional del Trabajo, Ginebra
FAO Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación ,Roma
Unesco Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura, París
OMS Organización Mundial de la Salud, Ginebra
FMI Fondo Monetario Internacional, Washington D.C.
OACI Organización de Aviación Civil Internacional, Montreal
OMI Organización Marítima Internacional, Londres