Blockchain es una tecnología que permite disminuir la fuga de contenido de las empresas y organizaciones, con el fin de evitar que un tercero llegue a registrar una obra o contenido creativo como suyo, cuando la empresa u organización ya tiene la “huella” de que es de alguien más.
Además, existen plataformas públicas y privadas de Blockchain, por lo que también funciona esta tecnología para proteger no sólo los derechos de autor sino también los secretos industriales o empresariales. Ante un desarrollo tecnológico acelerado, y en un mundo cada vez más digital, el manejo de la información y la protección de los activos intangibles es cada vez más urgente y desafiante. En este contexto, el Secreto Industrial cobra un protagonismo cada vez mayor como herramienta de protección de la confidencialidad y la innovación en las organizaciones.
El blockchain o cadena de bloques es una de las tecnologías del momento. La asociamos a modernidad, versatilidad, seguridad y la eliminación de intermediarios innecesarios. Las potencialidades del Blockchain ya son reconocidas en distintas áreas, tales como servicios financieros, las artes y el comercio electrónico, trazabilidad de productos alimenticios, inteligencia artificial, entre otros.
Una de las primeras cuestiones que debemos plantear es si las empresas están preparadas para definir un plan de negocio bien sustentado en una estrategia de PII sólida. Al decir esto, pensamos rápidamente en marcas y patentes, como los únicos activos intelectuales capaces de generar protección y valor económico. ¿Y los secretos empresariales?
¿Estará la figura del secreto empresarial ganando fuerza en la estrategia de negocio de las empresas actuales? La respuesta es sí y, en este sentido, fue necesario regularlo. Es considerado secreto empresarial cualquier información o conocimiento, incluido el tecnológico, científico, industrial, comercial, organizativo o financiero de una organización. Toda esta información o conocimiento tiene que ser confidencial, estar documentada y tener valor comercial. Sin embargo, es necesario por parte de las organizaciones de establecer una política de seguridad en el tratamiento de información secreta y definir procedimientos que faciliten la identificación, clasificación, protección, explotación y defensa de su patrimonio de Secretos Empresariales.
Por ejemplo, tomamos el ejemplo de Spotify, que tuvo una demanda de más de 30 millones de dólares, ya que no estaba pagando las regalías a las productoras musicales. Pero el problema no era pagar, sino que no se sabía a quién pagarle. Es ahí cuando contratan a una startup, Media Chain Labs, que identifica a través de Blockchain quién escribió la letra, quién compuso la música, quién es el titular de los derechos, por lo que permite monitorear los trabajos creativos para un pago justo de regalías basado en el número de reproducciones.
Otro precedente son China, Rusia y Estados Unidos, ya que sus “Cortes Supremas” desde el año 2009, aceptan pruebas basadas en esta tecnología de Blockchain.
Por lo que blockchain no llega como un mecanismo de substitución registral, sino por el contrario, llega como un mecanismo de apoyo a estos procesos.