Crecemos en innovación y emprendimiento, pero la piratería no da tregua. Dos caras; una, la mejor de Chile, la otra, una gran debilidad que nos ha perseguido durante los últimos 12 años.
Y es que a pesar de los esfuerzos y avances, Chile aún no puede salir de la temida «lista negra», desarrollada por la Oficina del Representante Comercial de Estados Unidos (USTR, por sus siglas en inglés), donde se ubica a los países con una débil defensa de la propiedad intelectual. Una lista donde no importan los avances porque al final de cuentas sigues estando dentro de los que reprueban el ramo. ¿La razón? Simple. No estamos cumpliendo con los compromisos de propiedad intelectual suscritos en el Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos, y nuestro socio comercial cree que no hemos desarrollado ninguna acción concreta en la materia.
Si bien a lo largo de estos años hemos trabajado fuertemente en la creación de un marco institucional sólido en materia de Propiedad Intelectual, aún tenemos grandes debilidades no sólo en fiscalización de infracciones sino también en materia de sanciones penales y civiles.
¿Los desafíos? Mejorar la «escasa» protección contra la piratería por internet y de señales de televisión por cable y satelital de manera concreta y con sanciones punitivas ejemplificadoras, sumado a la ratificación del convenio de la unión internacional para la protección de las obtenciones vegetales, UPOV91, al mismo tiempo que generar un sistema efectivo e interconectado en materia de patentes de productos farmacéuticos.
Una tarea que requiere el trabajo de distintos actores públicos y privados y que no puede quedar en el olvido, por la mirada atenta de inversionistas extranjeros que hoy miran con gran interés a nuestros vecinos.