La innovación proporciona a las empresas ventajas competitivas frente a terceros que le generan efectos económicos [1], por lo que son acertadas las políticas de incentivación a la inversión en I+D+I, como factor clave para lograr una recuperación económica y el crecimiento sostenible en el tiempo, cuando están asociadas a procesos de internacionalización de las empresas y de cooperación con terceros.
Existen al menos 10 razones por las que las empresas les interesa innovar, que están asociadas al impacto económico de la innovación:
Las actividades para la innovación tecnológica (incluida la I+D interna) logran diferenciar a la empresa de sus competidores, concediéndole una posible ventaja competitiva que le permite obtener mayores cuotas de mercado y/o un crecimientos de sus ventas que revierten en mayores beneficios para la empresa.
Las innovaciones permiten a las empresas diferenciarse de sus competidores concediéndole una ventaja competitiva que le proporcione una posición ventajosa y que se traduce en mayores ventas, mayores beneficios, etc.
Las empresas que gastan en I+D+I son más propensas a innovar y, con ello, a obtener ventajas competitivas que les proporcionen ventajas económicas.
Las otras razones por las que innovar no forman a priori parte del proceso innovador aunque sí influyen en el impacto económico de la innovación:
La cooperación con terceros para actividades de innovación facilita el acceso a nuevos mercados/clientes y, se traduce en un crecimiento de las ventas y la cuota de mercado gracias al incremento de las ventas generado.
El personal doctor dedicado a actividades de I+D interna, como inversión en personal muy cualificado, proporciona a la empresa ventajas competitivas vía protección del conocimiento y genera mayores cuotas de mercado y crecimiento de las ventas.
Las patentes, a través de la posterior introducción de nuevos productos en el mercado, permiten a la empresa aumentar sus ventas y beneficios.
El apoyo financiero público para la realización de actividades de innovación, motiva a la empresa a asumir los riesgos que conllevan llevar a cabo dichas actividades y les permite lograr, tras la introducción de innovaciones en el mercado, incrementar sus ventas.
La internacionalización, entendida como amplitud del mercado en el que se comercializan los productos/servicios, aumenta las posibilidades de alcanzar mayores rendimientos económicos y cuotas de mercado así como de realizar actividades de I+D+I que permiten a la empresa diferenciarse de sus competidores.
El sector empresarial en el que la empresa ejerce su actividad principal influye en el impacto económico de la innovación: los sectores más tecnológicos son los más propensos a realizar actividades de I+D+I y a tener mayores rentabilidades, cuotas de mercado así como crecimiento de sus ventas por lo que el impacto económico de la actividad puede estar en gran medida condicionado por las innovaciones y las ventajas competitivas que generan.
La difusión de los resultados de I+D+I, al dar a conocer las innovaciones logradas, las patentes obtenidas.., de la empresa genera una mejor imagen de ‘marca’ que le permite diferenciarse y con ello obtener una ventaja competitiva que proporcione beneficios.
[1] Ver ensayo “El impacto económico de la innovación: 10 razones por la que innovar” (Romero García de Paredes, 2013)