Dos años fue el plazo de la Directiva europea para prepararse para la entrada en vigor de la nueva regulación del secreto industrial. Nos adentramos en la recta final de la aparición de una norma que, sin duda tendrá una importancia mucho mayor de la puede parecer a primera vista. Falta exactamente un año, y el tiempo corre
El secreto industrial, elemento fundamental en el Intellectual Property (IP), y cada vez más importante debido al auge de las empresas tecnológicas, así como a la reciente importancia de ciertos acontecimientos, tales como los ciberataques del virus Wannacry, supone un nuevo paso al frente del sector legal de las nuevas tecnologías y del IP, creando cada vez más Derecho europeo, que no nacional. Hecho clave en un sector sin fronteras territoriales.
Esta Directiva crea el instrumento adecuado con el que conservar el carácter secreto de ciertas informaciones que, por su valor comercial, no se deban proteger a través de un derecho de IP, y puedan por tanto conseguir los antídotos jurídicos oportunos para su preservar su naturaleza secreta, y su defensa en el caso de infracción.