China es el segundo país del mundo en comercio internacional. Todo ello hace que China vaya pasando de ser considerada una enorme fábrica al principal mercado mundial para las empresas de todos los países. Ello se traduce en una cada vez más notoria toma de conciencia de las propias autoridades chinas en lo que concierne a la creación de un entorno de protección que permita prosperar a la innovación en su país. De no ser así, los principales perjudicados será la población china.
China pertenece a la OMPI. Son de aplicación entonces la Ley de Marcas de 1982 (modificada en 1993 y 2001), la Ley de Patentes de 1992 (modificada en 2000 y 2008) y la Ley de Competencia Desleal de 1993.
Hasta ahí, el registro de una marca en China es prácticamente igual que en otra nación de otro país firmante del Arreglo de Madrid con algunas diferencias significativas: no se admiten las marcas sonoras u olfativas, las marcas registradas en caracteres latinos y caracteres chinos son consideradas marcas diferentes (por lo que se deben registrar por separado)… Ejemplos importantes en cuanto a la introducción de nuevas marcas en China teniendo en cuenta esto último pueden ser empresas como Nestlé, Coca Cola, Mercedes Benz, Google…
Casos prácticos donde podemos observar errores iniciales en la estrategia de implantación de marcas de reconocido prestigio en China pueden ser los siguientes:
•Caso Pepsi Cola: esta empresa lanzó su nueva marca “Tormenta Azul” en China y una compañía de ese país demandó a la empresa de bebidas por violación de su marca registrada. El tribunal estimó la pretensión y ordenó a Pepsi Cola a cesar en la utilización de la misma y a pagar a la parte demandante una compensación de 3.000.000 yuanes.
•Caso Apple: en este caso el error fue no registrar la marca en las subclases pertinentes. Apple solicitó “iPhone” en 2002 en la subclase 0901 para ordenadores y programas de ordenador. En 2004 una empresa china, Hanwang Technology, registró “iPhone” en la subclase 0907 para instrumentos de navegación.
Apple se opuso a su registro pero por disparidad aplicativa entre las subclases perdió la oposición y posterior apelación, pagando millones de dólares para recuperar su marca.
•Caso Ferrari: como ejemplo de que una marca que desee implantarse en el meracdo chino debe registrar con rapidez y suficiente antelación su marca en ese pais, lo tenemos en el error de Ferrari que le llevó pleitear en los juzgados durante 11 años porque una empresa en 1995 ya había registrado una imagen con un caballo para artículos de vestir y ropa.
Es recomendable registrar una versión china de las marcas extranjeras (traduciéndola o empleando transcripciones fonéticas) ya que si la registramos sólo en caracteres latinos no protege la misma en caracteres chinos.
Si no se elige un nombre adecuado, según su fonética y caligrafía, un tercero puede apropiarse de la marca haciéndose con el control de la misma con el grave perjuicio que ello supone para nuestra marca o empresa.
Para el registro de la marca en China podemos ir vía nacional (con agente del país, tasas según número de productos o servicios, con varios exámenes de forma y fondo, dilatando bastante el plazo de concesión…) o vía internacional (con una tramitación unificada pero debemos tener una marca base de la OEPM u OAMI, como bien sabemos).
Igualmente se nos solicitará al igual que en países como México o EEUU, la acreditación del uso de la marca en 3 años.
A modo de conclusión es importante destacar que antes de desembarcar en el mercado chino ya debemos tener nuestra marca correctamente registrada en dicho país y cuidar especialmente la parte jurídica de los contratos o acuerdos que vayamos a firmar con distribuidores en esa zona, en la que se regula la Propiedad Industrial de nuestras marcas.
Un ejemplo práctico de este último punto, lo tenemos en el acuerdo del gobierno ruso y la empresa china “Shenyang Aircraft Corporation” firmado en 1996 para ensamblar en China 200 unidades con el nombre J11. Tras el envío desde Rusia de 95 kits y 180 motores AL31F, en 2004 China canceló el programa. En 2007 sorprendentemente, China presentó su nuevo caza supersónico “Shenyang J11B”.