La disponibilidad y oportunidad de acceso a la información en temas específicos como la tecnología, es igual para todos en las áreas específicas de mercado y competencia, la diferencia se establece cuando de manera organizada y estructurada se realiza la recuperación y análisis de la misma.
La Inteligencia Competitiva estructura procesos de trabajo para obtener información estratégica útil en la administración de empresas para la toma decisiones de negocio.
Los administradores de empresas obtienen un apoyo en la Inteligencia Competitiva pues para actuar estratégicamente requieren, como ha definido Rumelt et.al (1991) 1_/ de una adecuada «definición y selección de metas, de tipos de productos a ofrecer, el plan y la configuración para competir en los mercados, el alcance y diversidad, la estructura de la organización, los sistemas administrativos y la definición y coordinación del trabajo dentro de la organización.»
En resumen se define el entorno competitivo en el mercado de interés; en este caso particular de interés sobre el campo tecnológico, el cual involucra a empresas e Instituciones de vocación y desarrollo industrial.
La recuperación de información que implica la Inteligencia Competitiva, lleva por una parte al conocimiento interno de la empresa en sus objetivos, metas, estructura organizacional y funcional y recursos en general, y por la otra, al conocimiento externo del entorno competitivo en sus aspectos sociales, políticos, culturales, económicos, históricos y desde luego, los tecnológicos.
Con esa información, se procede al análisis de entorno en donde se ubican en contexto las fortalezas y oportunidades, así como las debilidades y amenazas en el posicionamiento propio con respecto a todos los componentes del sistema del mercado competitivo de referencia.
La aplicación de decisiones estratégicas se realiza después de obtener la panorámica de posicionamiento completa, ya que es entonces cuando se eligen las mejores opciones que impulsen las fortalezas y oportunidades de competencia, mercado y negocio.
A la vez, esa toma de decisiones debe considerar la minimización de las debilidades y de las amenazas en el entorno. El objetivo general es que la empresa se coloque en la mejor posición posible en su entorno, la cual le asegure que bajo las condiciones analizadas, logrará darle permanencia a la empresa o Institución dentro del ámbito competitivo, con condiciones óptimas de productividad y con el más eficiente manejo de recursos y aprovechamiento de oportunidades y fortalezas.
Otro objetivo a perseguir es lograr la ventaja competitiva de la empresa dentro de su entorno.
La actualización de estos trabajos de Inteligencia Competitiva deben ser periódicos, ya que requiere conocerse el movimiento de los factores dinámicos del entorno. La periodicidad la determina el conocimiento que se va adquiriendo por los expertos analistas y recuperadores de la información, sobre la dinámica del cambio de los factores y el nivel de la influencia que pueden tener en las condiciones del sistema.
Llevar este análisis al ámbito tecnológico, significa que las fuentes informativas relevantes serán aquellas que divulguen invenciones o desarrollos científicos. El estudio analítico en cada diferente área de conocimiento, puede implicar el uso de diferentes indicadores que midan aspectos de interés en el posicionamiento.
La Inteligencia Competitiva es aplicada en diferentes ramas del conocimiento. Para el ámbito tecnológico, uno de los elementos que darán una ventaja competitiva es la innovación.
El análisis de entorno ayudará a reconocer a las áreas de oportunidad, para el desarrollo técnico y tecnológico de las invenciones de la empresa, industria o Institución.
1_/ Rumelt et.al . «Strategic Management and Economics», Strategic Management Journal, 12:5-29 (1991)