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Las patentes al servicio del deporte

  • 26 abril 2019
  • Artículos
Por Gonzalo Carreño. Abogado Marcas. Dpto Gestión de Expedientes Clarke, Modet & Cº Colombia

Con ocasión a la celebración del día mundial de la Propiedad Intelectual este 26 de abril, es pertinente observar cómo el deporte contribuye más que otras disciplinas en el desarrollo humano. Es común que se le asocie a creaciones tales como invenciones, medicamentos u obras como música, literatura o cine; o a creaciones reservadas para pequeños grupos de profesionales como ingenieros, médicos o artistas. Nada más alejado de la realidad que esta concepción.

Qué mejor forma de celebrar este día que recordando el lazo inquebrantable que la une con una de las actividades que más han influenciado a la humanidad, el deporte. Si bien, para quienes no se encuentran relacionados con la Propiedad Intelectual no sea fácil encontrar una relación con la actividad deportiva, lo cierto es que van de la mano.

A continuación, haremos un breve recorrido por algunas destacadas creaciones fruto del ingenio humano que se encuentran íntimamente relacionadas con el deporte y cuyo objetivo es consolidar una actividad transparente, competitiva y por supuesto, lucrativa, dejando claro que la Propiedad Intelectual y en especial el derecho de patentes, se encuentra a su servicio.

Hablando de Patentes

Las patentes recaen sobre invenciones, bien sea que consistan en métodos o en productos y además deben ser novedosas, tener nivel inventivo y aplicación industrial. Estos tres requisitos son indispensables para que sean protegibles, y por tanto, se otorgue a sus creadores derechos de exclusividad. A partir de estos derechos, se podrá explotarlas económicamente y prohibir a terceros su utilización o reproducción sin autorización expresa.

Grandes casos

El nacimiento del Snowboarding

Existen invenciones que no saltan a la vista en términos generales, incluso en el deporte, por ser demasiado evidentes. Este es el caso del nacimiento del Snowboarding. El 7 de marzo de 1938, los hermanos Gunnar E. Burgeson y Harvey W. Burgeson presentaron ante la Oficina de Patentes de Estados Unidos la solicitud de patente número 194.364, una creación que consistía en una nueva forma de trineo compuesto por una tabla fabricada en madera, similar a la utilizada en el surf que funcionaría como sustituto para los trineos tradicionales y que permitiría realizar grandes saltos y alcanzar altas velocidades.

Esta patente, fue concedida en 1939, y si bien cimentó el terreno para una posterior práctica deportiva, no fue hasta 1966 cuando Sherman R. Poppen presentaría la solicitud de patente No. 535.136 como un dispositivo de transporte en la nieve en forma de una pieza alargada de madera con la parte frontal curva, la trasera ligeramente curvada hacia arriba y espacio para los pies en la zona frontal, es decir, la actual tabla de Snowboardin. Posteriormente, en 1970, el Sr. Poppen utilizó la tabla en competencias organizadas por él, con tal éxito que actualmente este deporte compite en los juegos olímpicos de invierno y, destacadas compañías como Mervin Manufacturing Inc. y Quiksilver Inc., son ampliamente conocidas por ser propietarias de patentes y diseños industriales relacionados con el mismo, confirmando que este deporte ha nacido por obra del ejercicio del derecho de patentes.

Lo actual

Si bien existen invenciones que pueden llegar a pasar desapercibidas, hay otras que generan revuelo, este es el caso del VAR (Video Assistant Arbetree), una nueva herramienta de arbitraje asistido en el fútbol aparentemente desarrollada en el marco del programa “Reefering 2.0” promovido por The Royal Netherlands Football Association (KNVB) con el fin de “llevar el arbitraje a otro nivel”. Confiados en que la tecnología brinda transparencia y equidad al fútbol del siglo XXI, el VAR se vale de las cámaras dispuestas en el campo -cuya principal finalidad es la de transmitir el partido-, convirtiéndose en una oficina que hace las veces de centro de mando junto con un sistema de comunicación entre los asistentes de video y el árbitro.

Por disposición de la FIFA, el sistema es únicamente utilizado cuando se presentan dudas sobre cuatro tipos de incidencias, para corroborar y confirmar la decisión de conceder un gol, para reducir los errores en la concesión de penaltis o infracciones o en caso de que la identidad del jugador a amonestar por la incidencia producida no sea clara. Su funcionamiento consiste en tres pasos, iniciando con la producción de alguna incidencia en el campo, la notificación por parte del árbitro a los asistentes de video y, una vez revisada la jugada, la emisión de un concepto e información general de los asistentes al árbitro para que éste tome una decisión final.

La implementación de esta tecnología no ha sido para nada fácil. Probablemente quienes han estado al tanto de la actual UEFA Champions League en el 2019, recordarán el controvertido gol de Nicolás Tagliafico en el partido Ajax-Real Madrid, cuando el árbitro, utilizando el VAR decidió anularlo sellando así el resultado del partido en favor del Real Madrid, con un marcador de 2 a 1; es claro que lo anterior hará que la fanaticada celebre o se enfurezca. Sin embargo, la polémica no solo se suscita sobre su aplicación al fútbol profesional, también, sobre la invención en sí misma y su protección.

A mediados del 2018, justo después de su lanzamiento, sorprendentemente surgieron casos en todo el mundo de personas e instituciones que alegaban haber creado sistemas iguales a este o inclusive, el mismísimo VAR en la forma en que se presenta hoy. Entre los casos se encuentran el del ciudadano español Francisco López, a quien se le concedió, bajo la norma europea, la patente denominada “El fútbol del Siglo XXI: Tecnología del futuro para árbitros” en septiembre de 1999 o también, el boliviano Fernando Méndez, quien saltó a los medios de comunicación alegando que creó un sistema en el 2004, el cual consistía en un conjunto de seis cámaras dispuestas alrededor del campo para incrementar la precisión del arbitraje, el señor Méndez registró su invención ante el Servicio Nacional de Propiedad Intelectual de La Paz (INAPI).

Sumado a lo anterior, también hace aparición una misteriosa patente concedida en el 2016 al Instituto de Deportes chino Xi’an por La Administración Nacional de Propiedad Intelectual (Oficina de Patentes de China) con la identificación CN102819749B, cuyas reivindicaciones consisten a grandes rasgos en un sistema para la aplicación de un método para la detección de salidas del área de la pelota y de jugadores, el cual consiste en un conjunto de cámaras para captura de video, recepción de información, aparatos para la colección de datos y módulos de procesamiento y de memoria, que darán a los árbitros y espectadores de los partidos de futbol una reconstrucción de los movimientos y coordenadas de todo el campo de juego. Se reivindica también, como una creación de alto valor estratégico para entrenadores y jugadores respecto de los métodos de ataque y defensa.

Observando esta patente, salta a la vista que claramente es una invención sorprendentemente similar al VAR implementado por la FIFA, lo cual coloca sobre la mesa de discusión cuestiones tales que se duda inclusive sobre si esta creación es fácilmente deducible, viéndose comprometido su nivel inventivo y, por lo tanto, su patentabilidad.

Otros deportes

En el tenis y el cricket, por ejemplo, se ha concedido a los inventores franceses David Sherry y Paul Hawkins, la patente con número WO2001041884A1. Esta invención consta de un sistema de procesamiento de video que se encarga de realizar la observación de información, recopilación, seguimiento a los partidos, predicciones sobre la trayectoria de la pelota y hasta cálculos para determinar variables como su velocidad.

También, en deportes como el Taekwondo. En el 2011 se concedió la patente con número EP2638813A2, de un nuevo uniforme a Seng-Gyu Ryu, caracterizada, según su creador, por lograr una sensación de confort y elasticidad superior respecto de cualquier otro uniforme mediante dispositivos de ajuste de los pliegues del uniforme, solucionando el problema de holgura del uniforme tradicional y traduciéndose en ventajas para el competidor.

Como se puede observar, la diversidad de deportes y sus prácticas son directamente proporcionales a la cantidad de patentes presentadas y otorgadas. Estos derechos, como se ha mencionado anteriormente, tienen como fin proteger invenciones y a su vez fomentar un desempeño superior en el área para la cual se reclaman sus reivindicaciones, creando ventajas competitivas a los deportistas, y en aquellos aventajados, la necesidad de innovar para hacer frente a sus contrincantes. Esto, al final, también se traducirá en un alto potencial económico que fortalecerá y consolidará una industria del deporte, cimentado sobre la investigación, desarrollo e innovación y claramente ligada a la Propiedad Intelectual.

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