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Los mitos urbanos de las patentes españolas

  • 11 junio 2015
  • Artículos

Muchas veces se ha achacado el retraso tecnológico de España a motivos culturales, no es ni mucho menos el objeto de este blog, pero si poner de manifiesto que en el área de Propiedad Industrial e Intelectual puede que si tengamos aún un largo curso de aprendizaje por delante.

Ciertamente hay figuras de Propiedad Industrial e Intelectual que hoy son prácticamente desconocidas para el gran público, como las variedades vegetales, pero si nos fijamos incluso en figuras “tradicionales” como las patentes el panorama no es mucho mejor y podemos incluso afirmar, haciendo honor al título del blog, que aún vivimos envueltos por un manto de mitos y confusión cuando la figura de la patente aparece, que raramente lo hace, como tema de conversación cotidiana en España, sólo para ilustrarlo varias “anécdotas”:

La “patente española” que más citamos no sabemos que lo fue, y probablemente ha sido la invención que más influencia política ha tenido en España. La patente sobre la ruleta del estraperlo, llamada en honor a su inventor Daniel Strauss y su socio Jules Perel, solicitada el 12 de septiembre de 1934 y concedida el 16 de enero de 1936 provocó con su introducción en España la Caída del Gobierno de Lerroux, de hecho algunos historiadores incluso citan este episodio como el principio del fin dela II República.

Las patentes que todos identificamos nunca lo fueron … o no eran tan novedosas.

Siempre hemos oído hablar como referencia a las patentes del Chupa Chups y la fregona, pero como indica la misma OEPM:

CHUPA-CHUPS: “Además de la fregona, la otra mitad del mito del ingenio español es el Chupa-Chus, que en realidad ni es un invento, ni jamás fue patentado como tal. Chupa-Chups es una empresa y marca de gran éxito, eso sí. En marzo de 1963 Enric Bernat, el fundador de la empresa, intentó registrar por primera vez un “procedimiento para la envoltura uniforme de caramelos con mango” (patente nº 292.094), que le fue denegada por falta de novedad. A partir de entonces solicitó distintos modelos de utilidad relacionados con envases expositores, asideros perfeccionados o el relleno de chicle, casi siempre con oposiciones de otros fabricantes, como la compañía americana Tootsit Roll Industries Inc. que venía fabricando cuestiones similares desde 1934. De hecho, patentes de caramelos con palo existen en el archivo de la OEPM al menos desde 1919, como la registrada por el fabricante de caramelos madrileño José Segura”.

FREGONA: “Si hay una solución ingeniosa para un problema cotidiano que se ha reivindicado constantemente como ejemplo de la “inventiva” española, esa es la fregona. Y cierto es que los modelos patentados entre 1957 y 1964 por el ingeniero riojano Manuel Jalón Corominas (1925-) adquirieron merecida y fama y extensivo uso. No obstante, existen docenas de patentes previas que describen la idea de fregar con fibra pegada a un palo que se escurre en un cubo, como por ejemplo la patente nº 27.948, obtenida en España en 1901 por los neoyorquinos Henry Arthur Hayden y Hugo Friedrichs para “un aparato perfeccionado para fregar con él los suelos, las paredes u otros objetos”, cuyos planos se ofrecen en la imagen. En el archivo de la OEPM hay numerosos ejemplos similares entre 1900 y 1950 con todo tipo de formas, sistemas de escurrir o mangos.”

Eso sí, nunca habrá que negar el genio comercial de sus desarrolladores.

En el mismo lenguaje cotidiano, especialmente en los medios de comunicación, se palpa este profundo desconocimiento; patentar la marca, solicitar la patente mundial, patentar la idea,.. son expresiones con las que a menudo nos encontramos y que técnicamente son erróneas.

Tal vez nos falte constancia, ya que tiempo sí hemos tenido, curiosamente España se ha destacado en la adopción temprana de los principales hitos legislativos en esta área, cuenta probablemente con la quinta legislación de patentes más antigua del mundo, en concreto de 1811 (legislación bastante desconocida, ya que la mayoría de los estudios no españoles sólo citan como la primera a la de 1820) sólo por detrás de Inglaterra 1623, Francia 1791, Estados Unidos 1793 y Austria 1810, y la gran revolución que supuso la Bayh-Dole Act en Estados Unidos en 1980 ya fue clara inspiradora de la primera Ley de la ciencia Española en 1986,… muy por delante de otros países avanzados que siguieron de manera bastante más tardía esta tendencia que marcó la ley americana.

Pero a la vista de los datos hay una buena noticia, se suele decir que todo país que anhela sólo su pasado no tiene futuro, en el área patentes y aportaciones tecnológicas debemos reconocer la mejora en España en cantidad y calidad ha sido espectacular y en muy poco tiempo, como ejemplo y por no sólo hablar de patentes una pequeña muestra que afecta al mismo curso económico del país, en diciembre de 2012 celebrábamos la mayor tasa de cobertura de la historia de España en la balanza de pagos por “Royalties y rentas de la propiedad inmaterial”, aunque el Banco de España nos ha advertido recientemente se ha deteriorado hasta un 46%.

Lo que estamos seguros es que lo mejor aún está por llegar y no podemos perder esta oportunidad histórica.

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