La optimización de la I+D+i es un problema que preocupa a creciente número de entidades. Toda medida dirigida a ello, desde la planificación multidisciplinar de proyectos a la gestión integral de la cartera, conlleva unas medidas de Propiedad Industrial indispensables para su correcta utilización.
La preocupación por optimizar la inversión en I+D+i y conseguir su efectiva traducción en desarrollos internacionales comercializables ha venido preocupando a determinados sectores como el farmacéutico desde hace décadas. Sin embargo, esta necesidad es cada vez más acuciante en otras muchas áreas de actividad y tipologías de organización, como centros públicos de investigación o universidades. Cada vez existen más entidades en las que, a pesar de realizar una actividad investigadora planificada y orientada a proyectos, se percibe la necesidad de conseguir una I+D+i plenamente integrada en su actividad de negocio.
No existe una única vía para conseguir esta optimización, aunque sí ciertas prácticas básicas cada vez más extendidas que merece la pena resaltar: la planificación y gestión multidisciplinar de proyectos y la gestión integral de la cartera de proyectos. Ambas llevan aparejado un determinado tratamiento y uso de los derechos de Propiedad Industrial e Intelectual, imprescindible para su adecuada implantación y gestión:
1) Planificación y Gestión Multidisciplinar de los Proyectos de I+D+i
En muchas organizaciones, los proyectos de investigación se originan en los departamentos de I+D+i, mientras que las restantes funciones no se incorporan al proceso hasta bien avanzada la fase de desarrollo. Sin embargo, toda estrategia de optimización debe llevar aparejada una planificación de proyectos que contemple no sólo la actividad científica necesaria, sino también todas aquellas requeridas para su comercialización en el contexto de su posicionamiento geográfico y competitivo.
Desde el punto de vista de la Propiedad Industrial, dicha planificación conlleva dos aspectos esenciales:
– Correcta identificación del contexto competitivo de cada proyecto: resulta imprescindible conocer adecuadamente el estado de la técnica de cada proyecto y mantener dicho conocimiento actualizado a lo largo del mismo, a través del análisis de los documentos de patentes y publicaciones científicas aparecidos previamente y a lo largo del proceso. Esta actividad permitirá no sólo evitar la consecución de resultados redundantes, sino también conocer el posicionamiento tecnológico y comercial de los desarrollos obtenidos y la oportunidad que ofrecen. Adicionalmente, la vigilancia continuada ayudará a evitar infracciones y oposiciones, reduciendo los costes futuros de protección y defensa
– Definición temprana de la estrategia de protección a seguir: debe estar perfectamente alineada con la estrategia de explotación comercial, tanto a nivel geográfico como competitivo. Así, es fundamental tener en cuenta desde el inicio del proyecto la modalidad de protección de resultados más adecuada, los plazos necesarios y las medidas defensivas a utilizar a lo largo del proceso.
2) Gestión Integral de la Cartera de Proyectos de la Organización
En aquellas organizaciones más grandes, es esencial realizar una gestión del conjunto de todos los proyectos para conseguir un uso eficiente de los recursos. No basta con reunir información de la planificación y estado de avance de cada proyecto, es preciso que el conjunto ofrezca una visión realista, abarcable y alineada con la estrategia general de la entidad. Sólo mediante su revisión periódica se podrá realizar una predicción ajustada de la evolución de los costes de I+D+i, así como equilibrar el riesgo inherente a distintos proyectos para optimizar los resultados del conjunto.
Esta gestión integral implica a su vez necesariamente una auditoria periódica del conocimiento generado que garantice que:
– Todas las mejoras técnicas obtenidas están correctamente identificadas y protegidas antes de que sea demasiado tarde
– El valor de la Propiedad Industrial generada por cada proyecto está correctamente estimado y permite identificar aquellos proyectos y desarrollos con mayor potencial para la organización
– El grado de protección obtenido para aquellos desarrollos más valiosos es elevado y está alineado con la futura estrategia de explotación