La piratería sobrepasa las acciones para impedirla, por ello, es necesario que el Estado actúe contra esta actividad que perjudica tanto la inversión como la actividad productiva y comercial, tan necesaria para reactivar la economía.
Desafortunadamente, el número de embarques con mercancía pirata que llegan a las aduanas mexicanas va en aumento.
Las pérdidas que provocan a los fabricantes las copias ilegales en el mundo son de 60 mil millones de dólares anuales. De ahí, según cálculos de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE), cada año se venden mercancías falsificadas por un valor de más de 500 mil millones de dólares.
En este momento, los productos piratas representan la décima parte del comercio mundial. Accesorios, ropa, cosméticos y perfumes suponen un tercio del total de las falsificaciones a escala mundial. El 35 por ciento corresponde a los programas informáticos, y el 25 por ciento, a videos, DVD y CD.
Generalmente los artículos ilegales tienen como países de origen China y Hong Kong, aunque la etiqueta diga “Made in USA, Italia, Suiza, Francia o España”.
Entre las estrategias actuales para detectar la piratería y otras mercancías ilícitas están la verificación de embarques y facturas mal hechas, la revisión de las marcas registradas y embalajes sospechosos y la información tecnológica. Existen sistemas de administración de riesgos que consisten en un análisis inteligente y fiable de variables como país de origen, tipo de mercancía, importador y valor, que miden el riesgo, que en caso de ser alto, se procede a la revisión.
Por otra parte, el intercambio de inteligencia y las investigaciones conjuntas también han resultado en decomisos relevantes de mercancías ilícitas, debido a que los fabricantes originales proporcionan información específica que permite detectar las falsificaciones.
Lo cierto es que nos hemos visto rebasados, ya que la Ley Aduanera no tiene facultades amplias y transparentes para evitar estos delitos. Por medio de un sistema de registro electrónico, voluntario y abierto a aquellos titulares que deseen proteger sus derechos en México, en el mes de diciembre de 2009 el Senado de la República aprobó un Proyecto de Reformas a la Ley Aduanera con el objeto de tener un Padrón Único de Marcas de Importación. Cabe destacar que la inscripción al padrón será voluntaria para los empresarios. Se trata de un listado que contiene la denominación de la marca; nombre, domicilio, teléfono, correo electrónico del titular o, en su caso, del representante legal de la marca; el número de registro; el diseño; los productos a que se aplica dicha marca; la vigencia y los importadores y/o distribuidores autorizados.
Cuando la información de las mercancías importadas no coincida con el Padrón, las autoridades aduaneras suspenderán el despacho y retendrán las mercancías hasta cinco días hábiles, levantando acta circunstanciada con testigos y proporcionando información al titular de la marca para que éste pueda iniciar las acciones correspondientes.
La reforma a la Ley Aduanera aclara que de no realizarse orden alguna por la autoridad judicial en un lapso de cinco días, se liberarán las mercancías.
En los artículos transitorios se indica que las autoridades tendrán 90 días para elaborar el reglamento y 180 días para armar el padrón.
Si bien esta medida no terminará con la piratería, sí ayudará en su disminución, puesto que tanto en países de la Unión Europea, como en Estados Unidos, Argentina y Perú, la implantación de estos registros ha dado resultado. Esperemos que dicho proyecto camine y pronto sea aprobado por la Cámara de Diputados.