Una marca es todo signo visible que se utiliza para distinguir e individualizar un producto o un servicio de otros de su misma clase o especie, cuya función principal es la de servir como elemento de identificación de los productos y servicios que se ofrecen en el mercado.
Si bien es cierto que el uso constante de una marca le concede derechos a su titular. Sin embargo, para protección de la misma, es indispensable registrarla. Obtener el registro de una marca, se traduce en contar con la protección para que ningún otro consumidor pueda tomar ventaja de la marca, registrarla o utilizarla sin la autorización de su titular.
Si dejamos de utilizar nuestra marca, corremos el riesgo de que la misma caduque, es decir, que pierda los efectos de protección. De acuerdo con la legislación mexicana, una marca puede caducar cuando no se realice la declaratoria de uso real y efectivo de la misma.
De acuerdo con el artículo 128 de la Ley de Propiedad Industrial, en México el titular de una marca deberá declarar ante el Instituto, acompañando el pago de la tarifa correspondiente el uso real y efectivo de la marca.
Dicha declaración se deberá presentar durante los tres meses posteriores, contados a partir de que se cumpla el tercer año de haberse otorgado el registro.
Si el titular no declara el uso, el registro caducará de pleno derecho.
La declaración de uso consiste en declarar, bajo protesta de decir verdad, ante el IMPI, que el titular de una marca hace un uso real y efectivo de su marca. La consecuencia de no realizar la declaración de uso es la caducidad del registro en términos de la Ley de la Propiedad Industrial.
¿Cómo hacer la declaración de uso real y efectivo de la marca?
En ClarkeModet asesoramos y acompañamos a nuestros clientes ante este proceso. Si requieres ayuda o asesoría, contáctanos a marketing@clarkemodet.com.mx