Vía Diario Financiero
La decisión sólo afectaría al territorio galo, pues las autorizaciones dependen del criterio que utilice cada oficina.
Oportunistas y especuladores no tardaron en buscar el modo de explotar con fines comerciales el eslogan «Je suis Charlie», que nació tras el atentado yihadista contra la revista satírica Charlie Hebdo.
La popularidad y repercusión mundial de la frase provocó que, sólo en Francia, se recibieran más de 50 solicitudes de registro de marca que, según publico Expansión Jurídico, fueron rechazadas por la oficina de patentes y marcas de ese país que consideró que ésta «no tiene carácter distintivo».
«Un actor económico no puede adueñarse del eslogan debido a su amplio uso por parte de la comunidad», dijo la semana pasada el Institut National de la Propriété Industrielle (Inpi).
Esta decisión sólo afectaría al territorio francés, ya que las solicitudes de registro de la marca «Je suis Charlie» se concederán o no dependiendo del criterio de cada oficina.