Las tecnologías ambientalmente saludables (ESTs, en sus siglas en inglés, environmentally sound technologies) son menos contaminantes y usan todos los recursos de forma más sostenible. A partir de esas definiciones, surgieron las “patentes verdes”.
El evento ECO 92, realizado en Rio de Janeiro, Brasil (Conferencia de Naciones Unidas para el Medioambiente y el Desarrollo) tuvo un importante impacto en temas relacionados con la preservación del medio ambiente. A partir de ahí, surgieron varias conferencias, convenciones y debates, hoy mundialmente discutidos. Uno de los programas realizados en el ECO 92 fue la Agenda 21, que dio origen a las ESTs.
Las ESTs son tecnologías que conducen la reducción y la adaptación a los cambios climáticos. Son “tecnologías de procesos y productos” que generan poco o ningún residuo para la prevención de la contaminación.
Un ejemplo de tratado internacional, creado en 1992, es la Convención-Cuadro de las Naciones Unidas sobre Cambio Climático, (UNFCCC, en sus siglas en inglés, United Nations Framework Convention on Climate Change). Su principal objetivo es estabilizar las concentraciones de gases del efecto invernadero en la atmósfera en un nivel que impida una interferencia peligrosa en el sistema climático. El próximo evento de esta convención se realizará en diciembre de 2010, en México.
Con el inicio de las discusiones sobre las llamadas “patentes verdes”, la Oficina de Patentes Brasileña creó la Coordinación General de Articulación Institucional. Esta coordinación está alcanzando conquistas en el área ambiental, e incluso presentó propuestas en la Conferencia de Copenhague, en diciembre de 2009, con el apoyo del G-77 (grupo de países en desarrollo), que choca con la posición de los países ricos de dar énfasis al traspaso de tecnología.
La “patente verde” es un reto para el sistema de patentes brasileño y los procedimientos a adoptar, no se han definido aún. Por el momento están solamente en fase de discusiones y propuestas.
Como ejemplo, en el área Metalúrgica, dividida en 15 subgrupos por la clasificación internacional, hay una sugerencia de Brasil para la creación de 5 subgrupos para las “patentes verdes”. Éstos son fundición; metalurgia del polvo; trabajo mecánico con polvo metálico; fabricación de artículos a partir de polvo metálico; fabricación de polvo metálico; manufactura de artículos de chatarra o de residuo de partículas metálicas.
Las principales ventajas propuestas para las “patentes verdes” son: (i) examen prioritario; (ii) rapidez en el proceso y análisis y (iii) traspaso de tecnología para países en desarrollo.
Cabe resaltar que el concepto que la Oficina de Patentes Brasileña tiene sobre el tratamiento privilegiado a las “patentes verdes” para que obtengan un análisis más rápido, ha sido adoptado también por países tales como Australia, China, Estados Unidos, Corea y Reino Unido.
Aunque no exista todavía una conclusión con respecto a este asunto, se espera que se realicen decisiones y definiciones para que el resultado sea positivo y que podamos percibir las ventajas de este sistema en un corto espacio de tiempo, teniendo en cuenta la gran preocupación global que existe con el medioambiente.