En el momento actual que vivimos, los desarrollos digitales han adquirido una gran relevancia.
Estamos inmersos en una revolución por la cual hemos pasado de la era analógica a la digital de una forma muy rápida.
Desde el punto de vista de la protección de estos resultados vinculados a los proyectos digitales, lo primero que hemos de decir es que si bien el soporte es distinto, las fórmulas de protección de este tipo de resultados son las mismas.
Es evidente que una aplicación móvil o un software como instrumentos necesarios en muchos de estos proyectos digitales se pueden proteger y monopolizar ante nuestra competencia por las vías tradicionales de protección de la propiedad industrial e intelectual.
Así las cosas, el nombre o imagen que le demos a esa aplicación móvil o a ese software, se puede proteger como marca.
Las interfaces y esto no es tan conocido, se pueden proteger bajo la modalidad del diseño industrial. Existen actualmente miles de Diseños comunitarios que amparan y protegen este tipo de resultados.
Por otro lado, tenemos el código fuente de un programa informático que, en Europa es protegible únicamente por la vía de la propiedad intelectual o copyright. Otra cosa ocurre en países como los EEUU donde, si se reúnen los requisitos de patentabilidad, se puede proteger ese código fuente como patente.
Paralelamente, tenemos multitud de zonas grises donde los resultados no son propiamente un programa informático sino que se va más allá. Se trata de resultados vinculados a métodos o sistemas en donde participa ese programa pero que tienen unos resultados que inciden sobre alguna magnitud física. Estamos entonces ante lo que se conoce como invenciones implementadas por ordenador y estas, eventualmente, son susceptibles de ser protegidas por la vía de la patente incluso en Europa.
Resumiendo, conviene analizar el proyecto digital en el que estamos involucrados, valorar cual es la ventaja competitiva que nos otorga y definir cómo proteger convenientemente esa ventaja competitiva para poder monopolizarla y poder competir en régimen de exclusiva.