La Universidad en el siglo XXI está enfrentada a los desafíos de la economía moderna a quien tiene de asociarse, convirtiéndose así en motor de desarrollo de la innovación, apoyada en procesos de transferencia de conocimientos.
La evolución histórica de esta institución secular, desde el modelo de Humboldt, caracteriza las alteraciones en la organización interna, en la enseñanza, en el perfil de los investigadores y en la concepción de la propia ciencia. La Universidad deja de estar cerrada sobre sí misma, asumiendo un carácter emprendedor al transferir a la sociedad su conocimiento, donde el sentido de la aplicabilidad de la investigación es relevante, ya que este es el mérito de que el ciudadano común puede descubrir y percibir la innovación. Este cambio de papel asociando la enseñanza, la investigación y el espíritu emprendedor ha hecho hincapié en la protección del conocimiento a través de los derechos de propiedad intelectual con énfasis en los derechos de incidencia tecnológica. La propiedad industrial (PI) asume, de este modo, un papel estratégico en la valoración del conocimiento, dotando a la Universidad de un cualificado y amplio portafolio de su capital intelectual y constituye una de las prioridades en las políticas de innovación internacional.
En Portugal, asistimos, en la última década, a un aumento considerable en la cooperación entre la Universidad y la Industria. Este hecho se debe no sólo al reconocimiento cada vez mayor de la importancia de la investigación universitaria para las actividades innovadoras de la industria, sino también a los cambios estructurales, como por ejemplo las limitaciones presupuestarias relacionadas con la financiación pública, que hacen con que busquen otras formas prácticas para apoyar la investigación, donde la imaginación juega un papel importante.
Así, las Universidades han adoptado una postura más agresiva y “empresarial” en la búsqueda de nuevas fuentes de recursos para la investigación, sin olvidar la protección del conocimiento a través de diversas formas de PI.
Entre mucha investigación de mérito que tiene lugar en el mundo y que se traduce en soluciones innovadoras para el mercado, en Portugal también nos destacamos por la excelencia y acogemos a uno de los mejores equipos de investigación, a nivel internacional, en el área de la electrónica que ha revolucionado el uso del papel, con la creación del Paper-e: Green electronics for the future.
El Paper-e® cuenta con una estrategia de PI, alineada con sus objetivos de comercialización. El “Paper-e®: Green electronics for the future” es una marca registrada internacionalmente que contempla tres patentes internacionales (transistor, memoria y batería), liderada por Elvira Fortunato y Rodrigo Martins del Centro de Investigación de Materiales (CENIMAT) de la Facultad de Ciencias y Tecnología, de la Universidad Nova de Lisboa.
Pero al final ¿en qué consiste la gran revolución del Paper-e®? ¿Y si en el papel tradicional imprimiésemos circuitos electrónicos? ¿Y si nos imaginamos acceder a un periódico electrónico? ¿Tener un papel de pared que funciona como una auténtica cortina de luces, o que funciona como una pantalla gigante? ¿La posibilidad de comunicar con el embalaje de alimentos del supermercado sobre su contenido y estado de conservación? ¡Parece ficción, pero este equipo de investigación dio el primer paso para todo esto pase para ser verdad!
La tecnología abre camino para dispositivos futuristas: carteles y periódicos animados, tarjetas de visita y etiquetas de los alimentos auto actualizables. Entre las muchas aplicaciones se incluyen biosensores, etiquetas de identificación por radiofrecuencia (RFID) en el transporte de pedidos y gestión de stocks, dispositivos electrónicos desechables hechos a partir de papel reciclable, etc.
Para ser transferido al mercado el Paper-e® ¿será autorizado, vendido o será un producto de spin-off?
Existen diversos factores a ponderar cuando se define una estrategia de negocio basada en PI, en particular, cuál es la opción más adecuada para su explotación económica, teniendo en cuenta su rentabilidad futura. Sin embargo, la obtención de beneficio con el Paper-e® es uno de los objetivos del equipo de investigación. Para que se puede lograr todo esto, la investigación por sí sola no es suficientes necesario saber aprovechar y potenciar estos conceptos y, en este contexto, gestores de transferencia de tecnología tienen un papel crucial y fundamental.