Desarrollar nuevos medicamentos nunca ha sido tan complejo y costoso. El porcentaje medio de los ingresos netos invertidos en P&D por las empresas farmacéuticas innovadoras ha pasado de alrededor del 11% a principios de los ochenta a más del 20% en 2021[1].
Sin embargo, a pesar del crecimiento de las inversiones en innovación, el número de medicamentos con nuevas entidades moleculares lanzados al año se ha mantenido estable, lo que sugiere un descenso de la productividad del proceso de P&D de las empresas más grandes e innovadoras del sector[2]. Complementar el conocimiento producido internamente con información y soluciones externas puede favorecer la eficiencia y la productividad de la P&D.
Dado que las patentes son el principal instrumento de apropiación del conocimiento generado en la P&D farmacéutica, acceder al conocimiento producido por terceros es relativamente sencillo con el análisis de los documentos de patentes y, en su caso, de las publicaciones académicas. En este sentido, los Estudios de Inteligencia Tecnológica se presentan como herramientas extremadamente versátiles que permiten la identificación de oportunidades y amenazas tecnológicas que pueden favorecer o perjudicar un negocio o segmento de mercado.
Los Estudios de Inteligencia Tecnológica consisten en la recopilación y evaluación sistemática de información, en su mayoría estructurada y disponible públicamente. Pueden configurarse para responder a un sinfín de preguntas que reflejan retos a diversos niveles de una empresa: desde el departamento de investigación hasta el C-level, pasando por los sectores de marketing y ventas. En general, las cuestiones investigadas en este tipo de estudios pueden agruparse en tres grandes grupos que, en este documento, se designarán didácticamente como «análisis de soluciones técnicas», «evaluación de oportunidades y amenazas tecnológicas» y «vigilancia de la competencia».
La búsqueda de soluciones técnicas suele partir de retos específicos a los que se enfrenta el desarrollo rutinario de un nuevo medicamento. Por ejemplo, «¿cómo modificar una molécula para introducir una característica farmacocinética de interés?», «¿cómo formular un compuesto para favorecer un perfil de liberación óptimo?» o «¿cuál es la naturaleza química de los compuestos que mejor actúan sobre una diana farmacológica?». Es posible establecer el análisis tecnológico para identificar documentos de patentes asociados a problemas similares y extraer de ellos las soluciones técnicas aplicadas, sugiriendo un conjunto bien delimitado de hipótesis que deben probarse experimentalmente.
Desde la perspectiva de la evaluación de oportunidades, es posible investigar, por ejemplo, en qué mercados una determinada tecnología (por ejemplo, un principio activo) está protegida por patente y en cuáles estaría libre para su explotación económica. Otro tema potencialmente interesante sería el estudio de tecnologías complementarias para su adquisición (por ejemplo, un sistema de delivery que añada valor a un medicamento desarrollado in-house). Por otra parte, es factible ajustar el análisis para investigar tecnologías que podrían perturbar todo un segmento y determinar qué actores están potencialmente mejor posicionados para aprovechar la nueva trayectoria tecnológica.
Por último, el análisis competitivo es un marco del Estudio de Inteligencia Tecnológica que permite dilucidar el comportamiento en materia de patentes de los competidores. El análisis del patrón geoestratégico de protección de las carteras tecnológicas permite alcanzar, con buena sensibilidad, los principales mercados de interés de los competidores en general o de un grupo específico de empresas.
También es posible identificar qué competidores están activos en un área terapéutica concreta, una clase farmacológica o incluso la naturaleza de los fármacos que se están explorando (por ejemplo, compuestos de bajo peso molecular o biológicos). Esta información puede ayudar a esclarecer, por ejemplo, las áreas en las que pueden estar perdiendo espacio o en las que existe alguna ventaja competitiva.
En resumen, los Estudios de Inteligencia Tecnológica son herramientas extremadamente flexibles que pueden aplicarse para abordar tanto las cuestiones rutinarias de las empresas farmacéuticas innovadoras – altamente intensivas en P&D- como las de los productores de medicamentos genéricos – para los que las oportunidades de copia determinan el éxito del negocio.
[1] https://phrma.org/-/media/Project/PhRMA/PhRMA-Org/PhRMA-Refresh/Report-PDFs/P-R/PhRMA_membership-survey_2022_final.pdf
[2] SCHUHMACHER, Alexander et al. R&D efficiency of leading pharmaceutical companies–A 20-year analysis. Drug discovery today, v. 26, n. 8, p. 1784-1789, 2021.