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Modelos de Utilidad: La mejor forma de proteger las innovaciones de las PYME

El registro de modelos de utilidad tiene una relación costo/beneficio positiva para las PYME y emprendedores en Colombia.

 Los modelos de utilidad son títulos de propiedad industrial que, al igual que las patentes, protegen invenciones, pero cuyo valor, en cuanto al rango inventivo o de innovación, es menor.

Por lo general, los modelos de utilidad se aplican a invenciones de menor complejidad técnica, razón por lo que se conocen como «pequeñas patentes», «innovaciones de utilidad» o «patentes a corto plazo».

El registro de un modelo de utilidad es un sistema más adecuado que la patente si se precisa protección para un producto con un ciclo de vida corto. De esta forma se consideran instrumentos particularmente adaptados para las pequeñas y medianas empresas (PYME) y emprendedores que efectúan mejoras incrementales, o pequeñas modificaciones, a productos existentes. De esta manera, pueden sacar mejor provecho del sistema de patentes a través de un modelo de utilidad que de una patente de invención, pues esta última podría estar fuera de su alcance por el tiempo y los costos involucrados.

Una patente de modelo de utilidad es en muchos sentidos como una patente de invención, pero con algunas diferencias que varían según la jurisdicción. Una patente de modelo de utilidad a menudo es más rápida y más barata de obtener y es para ciertas materias como dispositivos y productos.  En Colombia, una patente de modelo de utilidad tiene un plazo de 10 años, en comparación con 20 años para una patente de invención. Los reclamos de método y las materias excluidas de la protección por la patente de invención no son elegibles, entre ellos softwares, actividades comerciales, obras artísticas, etc. El tiempo del trámite hasta la concesión es de 12 a 18 meses, mientras que el de una patente de invención puede tomar hasta 4 años. Además, los requisitos de patentabilidad son algo menores que para las patentes de invención.

En Colombia se presentan poco más de  100 solicitudes de modelos de utilidad al año por solicitantes colombianos, principalmente en el sector de ingeniería mecánica, representando el 35% del número total de solicitudes, seguido por los sectores tecnológicos de electricidad/electrónica e instrumentos, los cuales suman un 25% y, por el sector químico, con un 7% del total de solicitudes, según los indicadores de propiedad intelectual de la SIC para 2018.Los principales solicitantes en ese período son las PYME, universidades y emprendedores. Por lo tanto, en el resto de los sectores se observa que la protección por esta modalidad es baja. Estos indicadores, nos enseñan que la capacidad innovadora en las PYME incrementa positivamente dependiendo del sector tecnológico.

Los modelos de utilidad en Colombia tienen un proceso de examen en dos etapas. La primera es un examen formal, que, desde hace poco, tan solo involucra requerimientos formales y/o legales y no sustanciales, lo que disminuye el costo y la demora para el solicitante. Después de completar con éxito la primera etapa, se publica la solicitud. La segunda etapa, consiste en un examen sustantivo de patentabilidad. Al examinar de manera sustantiva las reivindicaciones de una patente de modelo de utilidad, la SIC emitirá un informe de evaluación de patentabilidad de modelo de utilidad, con fundamento en el artículo 85 y en concordancia con el artículo 45 de la Decisión 486, opinando sobre la validez de las reivindicaciones, considerando tanto la novedad como la aplicación industrial. Después de completar con éxito la segunda etapa, se otorgará una patente de modelo de utilidad.

Una ventaja que tiene la protección de una invención como modelo de utilidad es que puede solicitar protección valiéndose del tratado del PCT, lo que implica solicitar mediante una única presentación, protección en pluralidad de países. Esto beneficia a todos los titulares de patentes de modelos de utilidad, otorgando la posibilidad de obtener una mayor expansión en nuevos mercados y facilita el intercambio de tecnologías entre las empresas.

John Fernando Ramírez